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martes, 15 de febrero de 2011

¿Que es la Iglesia Ortodoxa?


HECHOS HISTORICOS ORÍGENES
DE LA IGLESIA CATOLICA APOSTOLICA
La palabra Iglesia es de origen griego y se refiere a una Asamblea o Sociedad de creyentes del verbo llamar o convocar.

Históricamente hablando, hace 2.011 años, que Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra y fundó la Iglesia, a través de los Apóstoles como depositaria de la gracia y de los medios de salvación y su finalidad es continuar la obra de la salvación y conducir a los hombres al Reino de Dios (Juan 03: 16-17, 10: 10,11).

La Iglesia fue difundida en muchos lugares, construyéndose con el paso de los años templos para la oración cristiana permaneciendo en la Santa Fe, la celebración de la Divina Liturgia (Santa Misa) y la participación de los Divinos y Santos Sacramentos.

Por el mandato recibido de Nuestro Señor Jesucristo “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” (San Mateo. 28: 18,19,20) los Apóstoles establecieron la Iglesia en todos los pueblos, ciudades y lugares antiguos, llevando el mensaje de salvación a todas.
Por la gracia de Dios recibida en Pentecostés, los Apóstoles establecieron una autoridad para su administración a partir de ellos y sus sucesores (los Obispos) (San Lucas 10:16: Hechos 20:28; 01 Tim. 02:03; Tit. 01:07) en Antioquia, Siria, gran ciudad de Oriente; los creyentes por primera vez empezaron a llamarse “Cristianos”, saludable nombre que llevamos hasta el día de hoy (Hechos 11:26)
Los obispos fundan jurisdicciones llamadas patriarcados a cargo de los mismos; originalmente estos patriarcados fueron fundados de la siguiente manera, San Pedro fundó la Iglesia Antioquia, San Jacobo (Santiago) la Iglesia de Jerusalén, San Andrés y San Marcos la Iglesia de Alejandría, San Pablo y San Bernabé en Grecia y San Pablo la Iglesia de Roma, nombrando como primer Obispo a San Lino.

 Luego fueron fundadas otras Iglesias Particulares como la del Sinaí, Rusia, Grecia, Yugoslavia, Rumania, los Balcanes, hasta América, hoy la Iglesia Ortodoxa es presente casi en todos los pueblos del mundo. Todas estas Iglesias con verdadera Sucesión Apostólica son iglesias válidas y tienen verdaderos y Sacramentos, validos y auténticos sacerdotes católicos. Todas estas Iglesias son independientes en su administración, pero están en completa unión una con otra, excepto al patriarcado de Roma que se separó de las iglesias ortodoxas en el año 1054. Todas las Iglesias Ortodoxas existen en Autocefalía y Autonomía en la administración de su jurisdicción, permaneciendo en unidad y comunión por el cumplimiento de las normas manifestadas en los Siete Concilios Católicos, (d.C. 325-787) formando así, la Gran Iglesia: Una, Santa, Católica Apostólica Ortodoxa de Nuestro Señor Jesucristo, asistida por el Espíritu Santo Vivificador.

LA CAPITAL DEL IMPERIO

Sabemos que Roma, era el centro político capital del Imperio Romano, al trasladar él emperador Constantino el Grande la sede del Imperio a Bizancio (año 330 d.C.) llamada desde entonces Constantinopla, Ella pasó hacer “la nueva Roma”. El Obispo de Bizancio era poco conocido, si se le comparaba con los Obispos del Patriarcados de Antioquia, Jerusalén y Alejandría, estas Iglesias se gloriaban de su origen Apostólico.

“Porque se digo que la gran autoridad del Obispo de Roma, fue una consecuencia de la importancia de su sede como capital del Imperio; su primacía se extendía solamente como un primado de honor, no de jurisdicción, debido al prestigio de Roma; trasladada la capital, pertenece la primacía de honor al Obispo y Patriarca de la nueva capital, Constantinopla”.

La disposición anterior fue legalizada y codificada en el año 381 d.C. por el segundo concilio ecuménico, primero de Constantinopla, que en su canon 03 pasaba la primacía Patriarcal del Obispo de Alejandría al de Constantinopla y le da máximo poder eclesiástico, sólo inferior a las del Obispo de Constantinopla la nueva Roma. El concilio de Calcedonia, en el año 451 d.C. confirmó este canon y lo incluyó en el art. 28, extendiendo la jurisdicción del patriarca Bizantino sobre Tracia y Asia Menor. El patriarca Constantinopolitano adoptó el título de “patriarca ecuménico” título que mantiene hasta hoy.

LOS PATRIARCADOS

La administración de los cristianos la ejercían los Obispos y el de más alto rango en cada región llevaba el título de Patriarca. Todos los Patriarcas tenían iguales derechos y obligaciones y eran independientes en la administración de su región, iguales entre sí, considerando primero entre iguales “primus inter pares” al Patriarca de Roma, (01 Conc. Ecuménico art. 06; 02 Conc. Ecuménico art. 03; 04 Conc. Ecuménico art. 36) Se explica porque los ortodoxos no aceptamos una supremacía patriarcal única para toda la Iglesia Santa, como quiere hacer entender Roma, ya que No existen derechos de gobierno superiores a los establecidos en estos Santos Concilios Catòlicos.


Las palabras del Patriarca de Constantinopla Dimitrios al Cardenal Romano Willebransds, expresan esta verdad conciliar universal: “Ningún obispo de la Iglesia Cristiana tiene un privilegio universal, otorgado por Dios o por los humanos, sobre la Iglesia de Cristo Una, Santa, Católica Apostólica. Todos nosotros, sea en Roma, en esta o en cualquier ciudad, somos únicamente co-obispos bajo el único Sumo Sacerdote, la Cabeza de la Iglesia, Nuestro Señor Jesucristo. (Stimmen der SEIT 105. 1980. p493)”

El último Concilio Ecuménico (año 787) establece el orden de los Patriarcas iguales entre sí en su calidad de Obispos, en su autoridad y gobierno, desde Roma, Alejandría, Constantinopla, Antioquia, Jerusalén y otros.

Debemos recordar que solo el Santo Concilio Católico (Universal) tiene la potestad de ser infalible. Así los Concilios realizados después del cisma 1054 son regionales NO tienen la facultad de ser infalibles o universales ya que no se encuentra reunida la Iglesia Universal Católica.


LA EXCOMUNIÓN

Como hemos comentado históricamente la unidad de la Iglesia se mantuvo hasta el 14 de Julio de 1054, donde la Iglesia Cristiana se dividió en dos ramas: se hizo presente el gran cisma entre Oriente y Occidente quedando la Iglesia dividida en Ortodoxa y Romana.

 Al dividirse la Iglesia de Cristo por mutuas excomuniones; tal separación establecía estrictamente hablando su autoridad y poder de independencia jurisdiccional, no la esencia Católica y Apostólica. Participes de una misma Tradición, confiesan una misma Fe y unos mismos Sacramentos; participes por igual de la Sucesión Católica y Apostólica.  
RETORNO A LA UNIDAD APOSTÓLICA

Ambos patriarcados inician el camino de retorno a los orígenes, la cruzada hacia la unidad entre católicos de ambas comunidades cristianas, después de casi mil años de tan “dolorosa ruptura y excomunión” se hace realidad. El levantamiento de tan milenaria excomunión se presenta en Roma en el año 1962 y la reunión en Jerusalén en 1964 entre Su Santidad el Patriarca (Papa) Pablo VI y Su Santidad el Patriarca Ortodoxo Athenágoras,) que con un abrazo fraterno y la mutua anulación de las excomuniones, abrieron una nueva época llamada: “diálogo en el amor” se reconocieron “Iglesias Hermanas” hijas de una misma Madre, como durante los primeros siglos del cristianismo.

“ámense los unos a los otros, como yo les he amado. (S. Juan 15:12). “Padre Santo, guarda por tu nombre a aquellos que me diste para que sean uno, como también nosotros. (San Juan 17:20,)”
LA DIVINA LITURGIA (MISA)

En la celebración de la Divina Liturgia Ortodoxa las alabanzas y enseñanzas están íntimamente ligadas. Cuando se sigue atentamente las oraciones y los servicios religiosos, se logran captar a través de ellos todas las enseñanzas y rica experiencia espiritual de la Iglesia. Los orígenes de los servicios religiosos se remontan a los ritos del Antiguo Testamento de los Hebreos, las misas ortodoxas constituyen un tesoro de lecturas de las Sagradas Escrituras, oraciones, himnos y canciones compuestas por Santos y por devotos cristianos a lo largo de los siglos.
GRANDES FIESTAS

La pascua de Resurrección es la fiesta de las fiestas, el momento culminante del año Litúrgico Ortodoxo. Durante la Pascua la Iglesia brilla con la gloria de la Resurrección de Cristo. Nubes de oloroso incienso se elevan junto con las preces; las campanas doblan anunciando la buena nueva, los coros a su vez proclaman junto con los fieles que se saludan con el santo beso de la paz, exclamando: “Cristo ha resucitado”.

LA SAGRADA TRADICIÓN

Así como la gracia del Espíritu Santo que descendió sobre los Apóstoles en Pentecostés, fluye como corriente viva a través de los Obispos y sacerdotes. Así la Sagrada Tradición transmite la vida espiritual de la Iglesia en el flujo contínuo y sin interrupción desde los tiempos de los Apóstoles hasta los fieles ortodoxos de hoy. La enseñanza de la Iglesia se deriva de dos fuentes (que en realidad son una): Las Santas Escrituras y la Sagrada Tradición. La Sagrada Tradición incluye las acciones y enseñanzas no escritas de Cristo y los Apóstoles, que la Iglesia preserva invariables para nosotros, como dice el Evangelio según Juan “Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.” (Juan 21:25, 02Tes. 02:15, 02Tes.03:06 Estas “y otras cosas” fueron transmitidas oralmente por los Apóstoles y han llegado a nosotros en la Sagrada Tradición. La fe y la doctrina de la Iglesia Ortodoxa se encuentran en las Escrituras (la parte escrita de la Tradición, selecta de muchos libros por la Iglesia), los Decretos de los Concilios Ecuménicos (los que han sido aceptados por toda la Iglesia) y en los escritos de los Santos Padres de la Iglesia.

El poder de la Santa Tradición es el poder del Espíritu Santo que ha influido e influye en los cristianos ortodoxos de todas las épocas. A través de la Santa Tradición permanecemos en comunión con la vida espiritual de todas las generaciones que nos precedieron, partiendo desde los Apóstoles.
NUESTRAS CREENCIAS

Nosotros fieles ortodoxos veneramos a la Santísima Trinidad, glorificando por igual al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, San Mateo 28-19. Creemos que nuestro Señor Jesucristo es el Hijo de Dios, verdaderamente Dios y Salvador, concebido antes de todos los tiempos y que El es una sola esencia con el Padre. Creemos que Cristo encarnado es verdaderamente hombre, como nosotros en todos los sentidos menos en el pecado. Creemos que por nuestra salvación El nació de la Siempre Virgen María (Theotokos - Madre de Dios) San Lucas 01- 43, Creemos en el Espíritu Santo, como Señor y Fuente de vida y que procede del Padre antes de todos los siglos, San Juan. 15- 26, quien es el Único Origen de la Trinidad.

 (Decir que el Espíritu Santo, procede también del Hijo es introducir dos orígenes en la Trinidad y romper la unidad de Dios. Los Tres son Uno porque tanto el Hijo como el Espíritu Santo tienen su origen del Padre, uno engendrado y el otro procedido).

Honramos y veneramos a los Santos y pedimos su intercesión ante Dios, entre los Santos la Siempre Bendita Virgen María Madre de Dios (Theotokos) ocupa un lugar especial “Más honorable que el Querubín e incomparablemente más gloriosa que el Serafín”. Los bellísimos himnos llamados Akathistos (para ser cantados de pie) representan de una manera clara y sencilla la devoción de los cristianos católicos ortodoxos a la Siempre Bendita Virgen María y a todos los Santos de Dios.


SACRAMENTOS ORTODOXOS

El Bautismo y la Crismación (Confirmación) son los dos sacramentos esenciales para entrar al refugio salvador de la iglesia.
El Bautismo de triple inmersión lava los pecados y reestablece la imagen de Adán. Con la Santa Crismación los dones del Espíritu Santo, convirtiéndonos en partícipes de la plenitud de Cristo. Durante el Sacramento de la Divina Liturgia (Eucaristía) comulgamos con el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo, en forma de pan y vino, para el perdón de nuestros pecados, la curación del cuerpo y alma por la vida eterna. La Confesión es el cuarto sacramento esencial en la vida de todo cristiano. En la confesión Cristo nos otorga el perdón de los pecados cometidos después del bautismo. La Ordenación Sacerdotal: Con la imposición de las manos, el Señor Obispo transmite la Gracia Divina a la persona que está siendo ordenada vinculando, a través del flujo contínuo de la gracia que descendió sobre los Apóstoles en Pentecostés, ordenándole sacerdote. El matrimonio y la Santa Unción: Completan los Siete Santos Sacramentos de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa.

¿PRESBÍTEROS CASADOS?
Los Ortodoxos respetamos la norma del celibato obligatorio de aquellas comunidades que lo tienen como regla para la vida sacerdotal. Nosotros transmitimos nuestra experiencia y regla dentro de la Ortodoxa, pues nos da a entender y conocer por la Sagrada Escritura y Tradición que Nuestro Señor Jesucristo, cuando hizo la elección de sus Apóstoles en su mayoría eran casados. La Iglesia Ortodoxa admite que hombres casados sean ordenados sacerdotes, sin pedir necesariamente el celibato, que un hombre tenga vocación al sacerdocio no quiere decir que necesariamente Dios le de vocación al celibato también. Siguiendo el consejo de 01 Timoteo 3; 01 al 05.

El Santo Concilio Universal-Ecuménico de Nicea año 325 establece que antes de optar por la vida sacerdotal, debían de ser en su mayoría hombres casados.

No deben de ser casados los monjes, monjas por su condición de vida.
MONJAS ORTODOXAS


SEGUNDAS NUPCIAS
La Iglesia Católica Ortodoxa admite en ciertos casos el divorcio y segundas nupcias (la anulación del primer sacramento por causas graves) Lo ideal es que el matrimonio dure hasta la muerte, pero los cónyuges son humanos y la Iglesia aunque condena el divorcio comprende que son débiles e imperfectos y no se ciega al imponer la ley.

SÍMBOLOS DE LA IGLESIA
Todo lo que se ve en la Iglesia Ortodoxa simboliza y recuerda algún aspecto de nuestro encuentro con la Divinidad Eterna.

LA CÚPULAS

La Cúpula redonda bizantina eleva nuestros anhelos y nuestras aspiraciones hacia Dios y la vida espiritual. La Cúpula celebra en arquitectura lo que se logra con el Sacramento Eucarístico – la comunión del cielo y la tierra. Una cúpula única simboliza a Jesucristo, el Pastor de la Iglesia y cinco cúpulas significan Cristo y los cuatro evangelistas.

LAS VELAS

Las velas se encienden ante los íconos y en el altar para simbolizar la luz de la verdad otorgada por Nuestro Señor e iluminar al mundo espiritualmente.

LOS SANTOS ICONOS.
Las imágenes, sobre pequeños pedestales, en el gran iconastacio (retablo central), en las paredes y alcanzando aún la cúpula más alta, las imágenes sacras absorben como sermones silenciosos, a los fieles en la vida espiritual de la Iglesia. Los íconos, palabra de origen griego que significa “imagen” son pinturas sacras de Cristo, de los santos y de los mártires y tienen un profundo significado en la vida ortodoxa.

Dado que el Hijo de Dios asumió la forma humana y encarnó como Dios-hombre – Jesucristo, ha sido posible retratar la gloria de Dios encarnado. El estilo de los íconos puede parecer austero y extraño al principio, pues ellos no retratan la belleza natural del mundo material, sino la belleza espiritual del Reino de los Cielos. Los cristianos ortodoxos veneran pero no adoran a los íconos.
El verdadero icono es parte de la Sagrada Tradición de la Iglesia pintado a través del poder del Espíritu Santo, está en comunión con la vida espiritual de la Iglesia, remontándose a sus principios. Debido a la unidad de la Sagrada Tradición, los íconos como la propia Ortodoxa, existen como inalterables y sempiternas ventanas abiertas del mundo espiritual.
Contemplar un icono es sentir el ojo de la verdad eterna que nos conduce a percibir la belleza verdadera y el orden de todas las cosas visibles e invisibles.